La llegada del otoño es un aliciente para los fotógrafos de paisaje. Durante estas primeras semanas de octubre he estado siguiendo su evolución en diferentes zonas de Asturias, zonas bajas de ribera y zonas de media montaña algo más elevadas. Pero está siendo un otoño decepcionante. Durante el mes de septiembre apenas ha llovido y está todo muy seco. A excepción de algunos intensos amarillos en aislados ejemplares de álamos y alisos, los tonos son muy apagados y los hojas pasan de amarillos a oscuros ocres secándose rápidamente. Además, llevamos un par de semanas con un tiempo muy estable, los días son muy soleados y salir a fotografiar en estas condiciones se hace más complicado pues sólo son aprovechables las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. A ver cómo viene la segunda quincena de octubre.
En el momento de la foto había muy poca luz, el sol había salido hace poco más de una hora y la cámara medía (promedio) una exposición de 1/8 s.
Datos de la toma: 50s, f/8, filtro polarizador para minimizar los reflejos del agua y filtro de densidad neutra.
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