En esta época de año el incremento de horas de luz que disfrutamos se hace evidente, es el momento de buscar motivos y encuadres fotográficos que se vean favorecidos por este nuevo ciclo estacional.
La forma de vida que tenemos nos desvincula de la naturaleza, de sus ciclos, de lo esencial; y nos encierra en una burbuja artificial y contradictoria de dispositivos con pantallas, de irremediables atascos durante nuestros desplazamientos con el coche y de rutinas absurdas.
Las playas comienzan a cubrirse de rocas teñidas de verde y en los largos amaneceres y puestas de sol los tonos azulados y anaranjados se funden caprichosamente entre suaves luces y profundas sombras. Hay que cambiar “el chip”.
Datos de la toma: 12mm, f/8, 1/60, ISO100
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